A CUMPLIR LAS TAREAS REVOLUCIONARIAS

Los últimos acontecimientos que han removido al país han tenido en el proletariado a un luchador de avanzada. Tal como lo señaláramos anteriormente la tendencia sigue siendo el incremento de la protesta obrera y popular, y como una muestra de intuición revolucionaria se va perdiendo poco a poco el respeto a la sacrosanta legalidad. Esta situación tiene un nombre: desborde popular. A los dirigentes pacifistas les está tomando trabajo contener a sus bases ¿será esto el preludio de un recambio dirigencial en el sentido en que se están desarrollando las huelgas y manifestaciones populares? Una respuesta a esta pregunta debiese contemplar al menos dos cuestiones. Primero, el desborde de la legalidad puede desembocar en un reventón social sin futuro ni perspectiva, como ha ocurrido en Argentina y en otras partes de América Latina.

En segundo término, pueden surgir dirigentes radicalizados, que respondan al estado de ánimo de sus bases, pero ello no desemboca necesariamente en un peligro real para el Estado burgués chileno y las clases dominantes; un dirigente así como lo demuestra la experiencia latinoamericana termina postrado frente a la política de los falsos partidos revolucionarios que han terminado vendiendo la sangre del pueblo.

La diferencia sustancial se da con el papel que le corresponde a la ideología científica de la clase. Es la lucha por la conquista del poder un punto programático básico e insustituible que una vez hecho suyo por las masas y sus cuadros dirigentes conlleva a la solución para la respuesta del problema planteado más arriba. No es antojadizo, por lo tanto, que la ideología científica del proletariado internacional, el marxismo-leninismo-maoísmo, insista tanto en el problema del poder, en la cuestión de la dictadura del proletariado para la defensa del poder conquistado y como único medio para avanzar al socialismo.

Para que el desborde popular no desemboque en un mero reventón social es necesario que los revolucionarios trabajen infatigablemente no sólo en agitar y propagandizar los aspectos fundamentales de la ideología científica del proletariado, no sólo solidarizar con sus luchas sino que también es imperativo que se unan a las masas, las organicen y movilicen a la lucha construyendo en y con ellas partido revolucionario. Esta tarea es la única que nos puede garantizar que el desborde desemboque en el inicio de la guerra popular, único camino que permite la construcción del ejército del pueblo y lleva a la conquista del poder, sin el cual la clase y el pueblo no obtendrán nada. Esta tarea es ajena a intereses mezquinos y a excusas egoístas. Esta tarea demanda hoy de los revolucionarios una paciencia y constancia indeclinables, pero éstas sólo se pueden probar en la forja de la lucha de clases y no en abstracto.

  U. R. C. (M - L - M)