50 años de lucha
contra el revisionismo contemporáneo

Se han cumplido 50 años desde el inicio de las luchas contra el revisionismo contemporáneo. Para dimensionar tanto lo pernicioso, como lo traicionero de estas deformaciones de la teoría proletaria, realizaremos en primer lugar, un bosquejo de lo que son los principios del Socialismo Científico, en segundo término, cuales son los inicios del revisionismo y por último como afecta el revisionismo contemporáneo y sus adulteraciones al pensamiento y teoría de la Clase Obrera.

I. El proletariado, por medio de su organización, movilización y lucha, logra una teoría propia

Desde el surgimiento del proletariado y más específicamente desde la aparición de la moderna Clase Obrera Industrial la lucha de los desposeídos empieza a tomar conciencia de su lugar en la historia y a constituirse de clase en sí en clase para sí. Es decir, desde aquel momento el proletariado empieza a desarrollar una ideología y un camino de sociedad propio consistente en la edificación del socialismo en transición al comunismo, programa que en su aplicación eliminará las diferencias de clase y transformará la propiedad privada individual en propiedad común.

Dicha teoría no fue fruto de la elucubración de personajes aislados, sino floreció de la sistematización de las luchas de las masas. Es así como momentos gloriosos e igualmente trágicos como los sucedidos en la Comuna de París por una parte, templaron a sangre y fuego tanto a las masas obreras, surgiendo nuevos jefes y dirigentes, como a sus organizaciones. Por otra parte, dicha experiencia histórica quedó inmortalizada a partir de grandes revolucionarios como Carlos Marx (siglo XIX) quienes recogen el legado, aportes y carencias de dicha revolución fallida, dando continuidad teórica y orgánica a la Clase Obrera. En este sentido será Marx quien sintetizará tanto la experiencia histórica, los avances en ciencias y filosofía desarrollando la más contundente critica al capitalismo. Caracterizando al mismo como un modelo desde el cual se fragua la explotación y competencia del hombre contra el hombre, explotación que lleva un sello de clase para beneficio de la clase parasitaria burguesa en oposición al proletariado. Señalando además que las condiciones materiales que posibilitan dicha explotación se encuentran o tienen por base la propiedad privada y el gran capital monopólico.

Estos avances del proletariado en cuando análisis de la sociedad y construcción de teoría y programa no han sido lineales o fáciles, se han desarrollado en unidad y lucha en base a principios con otros sectores de la sociedad y otras clases (así por ejemplo son celebres las luchas de Marx y Engels contra los hegelianos de Izquierda, el proudhonismo, bakuninismo, Dühring, entre otros). Dichas polémicas se fueron dilucidando a partir de un criterio de verdad como es la práctica revolucionaria. Desde esta práctica se fue acuñando una teoría comunista y revolucionaria como es el Socialismo Científico, teoría que permitió a los obreros conquistar por primera vez el poder en Rusia generando nuevos luchadores sociales, dirigentes y organizaciones desde las filas del proletariado, a saber el partido bolchevique con la jefatura del gran Lenin. Será Lenin quien caracterizará la nueva época (siglo XX) como Imperialista dando cuenta que el orden capitalista es desigual existiendo países pobres o semicoloniales (dependientes en lo económico e “independientes” en lo político) cuya prosperidad se encuentra coartada o cercenada para beneficio de los países ricos, imperialistas, estos últimos dominan el orden mundial por medio de grandes monopolios que buscan asirse de zonas geográficas, recursos, mano de obra barata, constituyendo sus zonas de influencia. Para oponerse a esta esclavización del capital monopólico por sobre los pueblos y países pobres Lenin promoverá la creación de instrumentos de nuevo tipo como es el Partido Revolucionario quien actúa a modo de Estado Mayor de la clase obrera que tras conquistar el poder, cumple con el papel junto a las masas de edificar el socialismo primero en un país, aprovechando las contradicciones entre las potencias, rompiendo la cadena de mando del imperialismo desde su eslabón más débil. Dando de esta manera, a dicha revolución una perspectiva mundial.

Esta estrategia acuñada por las masas, partidos y sus jefaturas permitió ir generando nuevas revoluciones, a partir de la coordinación de una línea única promovida desde la III Internacional donde sesionaban todos los partidos comunistas a nivel mundial. A la URSS pronto se incorporaron otros Estados Socialistas como Estonia, Lituania en 1940, Yugoslavia, Rumania, Checoslovaquia y Polonia en el ’45, Albania en el ’46 y China en el ’49. Estados que fueron constituyendo un gran Campo Socialista que contaba en los ’50 con casi con 1/3 de la población mundial. De esta manera, la Clase Obrera y demás clases populares demuestran en los hechos que pueden arreglárselas sin las viejas clases dominantes, defender el poder conquistado, construir industria, dirigir la economía nacional y luchar contra la restauración mediante una Revolución Cultural Proletaria (1966-1976). Esto empezó a poner en tela de juicio el capitalismo en su conjunto. Como señala Stalin: “Las masas ya no son una multitud ciega que vaga en las tinieblas por carecer de horizonte. El faro de la Revolución ha inferido una grave herida al imperialismo que le impedirá volver a recobrar su ‘equilibrio’, ‘estabilidad’, ‘tranquilidad’, ‘seguridad’.”

En conclusión, el Socialismo Científico actúa a modo de síntesis de la lucha de clases en el plano tanto nacional como internacional, condensando la experiencia histórica, concepción de mundo y estrategia política de los pueblos en general y de la Clase Obrera en lo particular. Existiendo una construcción de teoría por medio de la acumulación de experiencias proveniente de las sucesivas luchas de las masas y continuidad respecto a las jefaturas que lideraron aquellos procesos (Marx- Lenin- Stalin- Mao Tse Tung). Si bien es una teoría compleja pues tiene una filosofía, el materialismo dialéctico - histórico, un modelo económico, la economía centralmente planificada, una doctrina militar, la guerra popular prolongada (esta última desarrollada por Mao Tse Tung), entre otros. Este gran edificio conceptual reposa sobre principios fundamentales que hacen las veces de pilares en tal edificación. Estos principios responden a leyes establecidas a partir del análisis concreto de muchas revoluciones tanto fallidas como exitosas, por lo tanto, pasan a ser parte del patrimonio o lo esencial de la ideología proletaria.

II. Los inicios del Revisionismo

El revisionismo implica a nivel de teoría una adulteración de los principios fundamentales del Socialismo Científico, la peculiaridad de esta corriente es que realiza su revisión o distorsión en nombre de un “marxismo creador” y desde el interior de las propias filas de los trabajadores. De esta manera, implica en los hechos una renuncia al marxismo y una suplantación de la política proletaria por una burguesa. Por lo tanto, constituye un puesto de avanzada de la ideología burguesa en las filas de la Clase Obrera.

El revisionismo como falsa ideología proletaria tiene su origen en el fenómeno de la Aristocracia Obrera, su acomodación en el sistema, situación ya estudiada por F. Engels, dando cuenta de la descomposición y posterior corrupción de la dirigencia en países predominantemente poderosos, situación promovida por la burguesía y del imperialismo. Esta corriente se inicia en la década del ’90 del siglo XIX tendencia iniciada por Bernstein cuyas directrices económicas y políticas podrían ser resumidas de la siguiente manera:

· Según Bernstein no se debe ver en el “Estado el órgano de dominación de clase”, ya que en el parlamentarismo, el voto universal suprime las diferencias entre las clases al transformar a todos los individuos en ciudadanos con derecho a voto y capacidad para intervenir en el Estado.
Para Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tse Tung dicha postura implica desconocer la diferencia entre gobierno y Estado, el carácter del Estado, como instrumento de violencia cortado a la medida de los más poderosos y lo ineficaz del voto como medio para cambiar la sociedad ya que promueve una falsa esperanza que se puede transformar radicalmente la sociedad sin costo social, sin lucha efectiva.

· La teoría del ultraimperialismo propuesta por Kautsky que sostiene que el imperialismo se ha constituido en una fuerza progresista ya que tiende a uniformar o hacer avanzar de época a los pueblos atrasados incorporándolos a la “modernidad” generando de paso un orden mundial perpetuo y sin guerras. Esto trajo por consecuencia que una vez iniciada la I Guerra Mundial muchos dirigentes de partidos, como Vandervelde, Hubin, entre otros, traicionaran los intereses de la Clase Obrera plegándose a colaborar con sus respectivas burguesías en esa guerra de rapiña. Por otra parte, provoca la bancarrota de la II Internacional, pues, se dejaba de lado que toda guerra de rapiña es la prolongación de la política imperialista, por lo tanto, adherir a éstas era adherir a su política. Por último, contradecía las tesis de Basilea que señalaban que era “un crimen ponerse a disparar unos –obreros - contra otros en aras del beneficio de los capitalistas” y las tesis de Lenin sobre la guerra en el sentido de transformar la guerra imperialista en guerra civil.

En conclusión, este enemigo interno es pernicioso, pues se colude con la alta burguesía y el imperialismo, siendo un adversario que actúa de manera solapada encubriéndose con las mismas banderas que en los hechos repudia. Por otra parte, no sólo hace el juego al imperialismo, sino, que constituye su puesto de avanzada. Esto se hace patente desde la Revolución de Octubre misma con tendencias fraccionalistas y liquidacionistas promovidas por Trotski, Martov, entre otros, en un contexto de abierta intervención por parte del imperialismo contra la URSS, con tres campañas de cerco y aniquilamiento, la invasión de 14 potencias (EE. UU, Alemania, Francia, Inglaterra, entre otros), rusos blancos y la reacción burguesa (que buscaba recobrar su paraíso perdido) (1917-1924).

III. El revisionismo contemporáneo

En los ’50 existía y se había consolidado un gran campo socialista. Esta solidez, no obstante, empezó a ser horadada por el imperialismo principalmente norteamericano, primero, a partir de la cooptación, alejamiento y posterior disidencia de Yugoslavia. Pese a lo cual primaban los principios comunistas al interior del campo socialista. Sin embargo, tras la muerte de Stalin y más específicamente desde el XX congreso el PCUS (Partido Comunista de Unión Soviética), de 1956, se hace abandono de los principios del Socialismo Científico promoviendo de manera unilateral y sin aviso planteamientos contrarios al internacionalismo proletario, a la solidaridad entre comunistas, sus partidos, y pueblos. Desde este congreso se empieza a promover como línea oficial del Movimiento Comunista Internacional la coexistencia pacífica, Estado de todo el pueblo, partido de todo el pueblo, la crítica al “culto de la personalidad”, emulación pacífica, entre otros, todo lo cual implicaba en los hechos que se abandonara la política leninista de apoyar a las luchas de las masas populares por la conquista del poder y a los pueblos pobres mostrando un chovinismo de gran potencia, de gran partido, desarrollando acuerdos con el imperialismo norteamericano para repartirse el mundo, realizando pactos económicos y de cooperación armamentista con el imperialismo de EE.UU.

Ante estos hechos la República popular China con Mao Tse Tung principalmente y Albania van a denunciar estos hechos, llamando primero dilucidar la situación, iniciándose un debate al interior del campo socialista, periodo de la Gran Polémica o del Conflicto Chino Soviético que se desata abiertamente a partir de 1963.

Las posiciones oportunistas y revisionistas van a ser denunciadas y demolidas por el PC Chino generándose una contradicción antagónica entre la camarilla que había dado un golpe de Estado en la URSS hacia 1956 y los partidos marxista leninistas especialmente el PC Chino. Esta nueva coyuntura agudizará la lucha entre los que bregan por el camino comunista y quienes quieren seguir el camino de la restauración capitalista. En los años ’60 estas grandes tormentas agitaran al campo socialista y al Movimiento Comunista Internacional, desde el cual el revisionismo escindió.

En Conclusión, desde el XX congreso del PCUS se constata la existencia de un golpe de Estado al interior de la URSS, situación que concluyó con la usurpación del poder por parte de una nueva burguesía que bregó por la restauración capitalista deteniendo los logros de la construcción socialista. Dicha camarilla revisionista trocó la organización de los soviets en un estado fascista social imperialismo, subordinando para su interés zonas geográficas, promoviendo una división del trabajo a nivel internacional favorable a sus intereses, llegando a componendas con EE. UU para el mejor reparto del mundo. Esta nueva clase burguesa renegó del pasado negando totalmente a Stalin, la construcción socialista, la Gran Guerra Patria, no estando nunca interesada en hacer un balance científico y justo del pasado.

Lo pernicioso de esta corriente fue que a nivel latinoamericano promovió la transición pacifica al socialismo, sin costo social. Esto desató la falsa creencia de que es posible construir y avanzar al socialismo por una vía parlamentaria, sin embargo, dichas promesas se tradujeron en un baño de sangre para las masas tanto en Guatemala con Arbenz, Brasil Joao Goulart, y Chile con Salvador Allende.

En nuestros días Rusia es un país capitalista más, pues ha perdido su carácter de super potencia y su papel hegemónico a nivel mundial. De un social imperialismo ha pasado a convertirse en una potencia menor. La camarilla revisionista se ha mimetizado con la nueva burguesía que domina y explota al pueblo soviético. Sin embargo, el revisionismo contemporáneo sigue vivo en las filas de la clase obrera y de los pueblos. Unas veces tomando la forma de antiguos “partidos comunistas” que sin embargo, son sólo partidos socialdemócratas parlamentarios y vende obreros. Estos son los principales enemigos de las masas, pues actúan desde el campo popular proponiendo teorías capitulacionistas, derrotistas, y desvinculadas a sus intereses.

Saludamos a las luchas iniciadas por el camarada Mao Tse Tung y el pueblo Chino contra el revisionismo contemporáneo.
Sus experiencias y aportes están hoy contenidas en la ciencia del proletariado.