|
Liceo
Comercial San Miguel se resiste a su cierre
Trabajadores, estudiantes y apoderados darán
la pelea para que no cierren su fuente laboral y centro educativo
El Liceo Comercial San Miguel, ubicado en
la intersección de la calle San Nicolás con Gauss, paradero
9 de la Gran Avenida, vive desde casi comienzo de este año 2006
una situación bastante especial. La dueña, sostenedora y
directora, vendió el establecimiento a una inmobiliaria sin que
los trabajadores del colegio supieran de este hecho.
Luego de la venta del liceo al dueño
de la universidad ARCIS, el Sr. Max Marambio, quien lo compró para
la construcción de un edificio de departamentos, la situación
en el establecimiento comenzó a empeorar en muchos aspectos. Además
del descuido general de su infraesructura, ya desde marzo de 2004 que
no se pagan las imposiciones, y este año no les pagaron el sueldo
por varios meses. Algunos profesores, en su desesperación, iniciaron
una huelga de hambre, y mientras la hacían debían seguir
haciendo clases.
La comunidad completa del liceo se resiste
al cierre de este, por lo cual los profesores han tenido el apoyo tanto
del Centro de Padres como del Centro de Alumnos. Tras la huelga se logró
la intervención del colegio por parte de la municipalidad, la que
da garantías sólo para el funcionamiento regular hasta diciembre
de 2006. Luego de esta fecha los alumnos serán reubicados, y todos
los trabajadores del liceo (auxiliares, paradocentes, administrativos
y profesores) quedarán cesantes y dejados a su suerte, y como ellos
dicen: muy jóvenes para jubilar y muy viejos para ser contratados.
Los trabajadores del liceo quedarán
cesantes y dejados a su suerte, y como ellos dicen: muy jóvenes
para jubilar y muy viejos para ser contratados
Por su parte la ex dueña y sostenedora,
Sra. Lilian Bonilla, tiene más de 20 querellas en su contra y actualmente
está inubicable. Los profesores decidieron no tomar
nuevas medidas de fuerza en los meses recién pasados por el temor
de que suspendieran de inmediato las clases en el liceo. Sin embargo,
ahora en septiembre, cuando el año escolar esta en su etapa final
y no puedan a esa altura llegar y cerrar el colegio, planifican tomar
medidas y movilizarse para evitar que el establecimiento deje de funcionar.
Este mismo objetivo lo comparten tanto el Centro de Padres como del Centro
de Alumnos.
El sindicato y profesores no sindicalizados, denuncian en general la burla
y poca seriedad tanto de las autoridades de la Provincial de Educación
dependiente del Mineduc, como de la municipalidad, por no tomar medidas
oportunas y firmes a favor de los alumnos, de los profesores y de la educación.
Señalan, además, que prácticamente no ha ido nadie
a verlos o apoyarlos: el colegio de profesores se presentó,
hizo un saludo a la bandera y desapareció. Por tanto, los
trabajadores del liceo comercial San Miguel solicita ayuda y apoyo para
cuando comiencen sus movilizaciones.
Nueva Democracia ha visitado el liceo y recogió
los problemas que en parte aquí se exponen, con lo cual, junto
con colaborar en la difusión y agitación de la grave situación
que atraviesan los estudiantes y trabajadores del liceo comercial San
Miguel, tiene la tarea de seguir denunciando estas arbitrariedades y cómo
se resolverán.
En síntesis: El negocio de la educación
no es para todos
Señalemos que este colegio, particular subvencionado,
está ubicado en una zona de alta plusvalía, lo que el dueño
del ARCIS tiene muy claro. En el último tiempo han ido desapareciendo
del sector las casonas emplazadas en grandes sitios para ir construyéndose
altos edificios de departamentos, los que ciertamente son mucho más
rentables que un colegio que ocupa tan amplio y valioso terreno. Agreguemos
también como un dato no menor, que la población estudiantil
que asiste a este liceo es pobre, de la que denominan en riesgo
social, con problemas vinculados a la droga y delincuencia, por
lo que la venta del terreno, que como se comprenderá es lo que
importa en este caso, mata dos pájaros de un tiro: se le saca mucha
más plata al terreno que seguir destinándolo a la educación
de jóvenes populares: y además, se acaba el tránsito
por tan distinguido y residencial barrio de clase media, de
escolares flaites, mal vestidos, que afean el sector e inquietan
a los vecinos.
De esta forma, en plena crisis de la educación
o cuando los diferentes estamentos de los liceos empiezan a sensibilizarse
y a tomar medidas después del ejemplo dado por los secundarios,
muchos pequeños y medianos sostenedores que trabajan con población
más vulnerable, al parecer creen que el negocio redondo
que era en su juicio la educación ya no está dando tantos
frutos, por lo tanto, es mejor desembarazarse del negocio
a la primera buena oferta que se les presente.
|