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El
sistema de AFP
Los obreros y trabajadores asalariados día
a día laboramos a cambio de un mísero sueldo en condiciones
de competencia, inestabilidad laboral y falta de seguridad en lo social.
En nuestro diario ajetreo, los obreros
y trabajadores asalariados muchas veces no prestamos atención a
donde van a parar los recortes de sueldo que supuestamente están
destinados a garantizar el legítimo derecho al descanso después
de toda una vida de trabajo. A este respecto, se nos señala que
los fondos están bien, que los mismos están
siendo administrados por empresas privadas, con directorios secretos que
invierten dicho patrimonio en países extranjeros para obtener una
mayor rentabilidad y que la alcancía de Chile está
segura. Sin embargo, esa publicidad contrasta con los hechos, en donde
abundan los rumores de enriquecimiento sin límites por quienes
administran dichos recursos, sumado a una creciente caída en la
rentabilidad, falta de cobertura y cotización efectiva por los
empresarios.
Este problema es sumamente sensible pues los fondos de pensiones deben
su origen a un capital creado por las clases populares que viven de un
salario, sin embargo, son administradas por sectores parasitarios que
lucran de dichos fondos. Las inquietudes frente al sistema de AFP las
podríamos resumir a partir de la siguiente pregunta ¿Cuál
es el verdadero carácter de dichas instituciones, a quienes sirven,
y cuál es su verdadera realidad?
Los orígenes del sistema de AFP
El sistema de AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones)
se establece en dictadura por medio del uso de la fuerza, es decir, sin
consulta tanto a los sectores populares, trabajadores y particularmente
a la Clase Obrera, mediante el Decreto Ley Nº 3500 de noviembre de
1980. Con el surgimiento de este sistema, el Estado se desentiende del
tema de la previsión pasando a ser dichas pensiones administradas
por manos privadas. En efecto, cada AFP es una Sociedad Anónima
de propiedad privada, la cual se establece mediante la participación
por acciones. La administración de esta empresa esta a cargo de
un directorio quien determina los destinos de los fondos de todos los
trabajadores. En el artículo 24 del D. L. 3500 se establece que
el capital mínimo para formar una AFP es de 5000 UF el que debe
encontrarse suscrito y pagado al momento de otorgarse la escritura social.
De esta manera, el carácter del actual sistema de AFP, desde su
constitución hasta nuestros días es burgués, pues
desde su creación sirve a los intereses de dicha clase en oposición
a los trabajadores. Desde 1980 todos los fondos de las clases populares
empezaron a ser administrados por sectores de la burguesía, siendo
invertidos no sólo en sus empresas para posibilitar su despegue
generando grandes utilidades, sino que se han constituido en verdaderas
herramientas financieras transables en la bolsa de valores. Estos fondos
han sido utilizados para apoderarse o reforzar parte importante de la
propiedad de grandes empresas (ejemplo para 1995: 50% de Chilgener; 40%
de Enersis, 34% de Laboratorio Chile; 33% de Pilmaiquen; 30% de ENTEL
y Endesa). Si bien los fondos son de la gran masa laboral ascendiendo
a más de 63 mil millones de dólares, en lo concreto se encuentra
al servicio de los grandes grupos monopólicos nacionales e internacionales.
Una cruda realidad para el trabajador
En el programa de gobierno de Michelle Bachelet se
señala que cerca del 50% de la población activa va a tener
problemas graves de pensión a causa de la baja cotización
producto de los malos sueldos y de los vacíos en la capitalización
a causa del desempleo, empleo esporádico, evasión del pago
de cotizaciones por parte del patrón y la flexibilidad laboral,
entre otros. Efectivamente, del actual universo de chilenos mayores de
60 años que asciende a 1,6 millones, sólo el 57% tiene cobertura,
es decir, existe un 43% que queda fuera del sistema. Del 57% sólo
un 28,5% cotiza regularmente. Esto trae por consecuencia, según
Hugo Fazio (economista y director de la carrera de ingeniería comercial
de la universidad ARCIS), que el 70% de los pensionados tendrán
una pensión igual o inferior a la mínima. El problema es
aún mayor para la mujer obrera y trabajadora que a causa de los
bajos salarios, vía discriminación, ve desmedrados sus recursos
en sus últimos años de existencia pese a su mayor promedio
de vida. Dicha visión contrasta con las utilidades de las AFP,
a causa de las altas comisiones, que en el año 2004, por ejemplo,
alcanzó Provida con $27.246 millones y Habitat con $26.616. En
este sentido, desde 1993 2005 las AFP arrojaron un promedio de
utilidad de un 21%, superior a los bancos con 16%, e Isapres con un 20%,
sin embargo, existe una diferencia entre la rentabilidad de los fondos
de pensiones y la empresa AFP, situación que va en desmedro de
los trabajadores. En relación a la participación de los
trabajadores en la administración de cada AFP su intervención
se restringe sólo a la cotización, es decir, a la capitalización
individual sin poder intervenir en los rumbos de los fondos. A lo anterior
se suma la incorporación inmediata sin libertad de elección
por parte de las nuevas generaciones al sistema de AFP constituyendo un
verdadero público cautivo de sus políticas.
Tendencias monopólicas y grupos económicos
que se encuentran detrás del sistema de AFP
Detrás del sistema de AFP se esconde un gran
negocio para la alta burguesía rentista y parasitaria, pues pueden
especular y utilizar el dinero de los trabajadores para alcanzar un mayor
control del mercado nacional e invertir a nivel internacional bajo condiciones
que implican bajo riesgo para sus intereses y recursos, detrás
de cada AFP se entrelazan diferentes grupos económicos tanto nacionales
como extranjeros.
La tendencia monopólica queda patente ya que
de las casi 30 empresas que empezaron con el sistema, en el año
94 quedaban 21, hoy subsisten sólo 6 existiendo una fuerte tendencia
a la concentración. Dicha tendencia ya en 1996-7 mostraba que el
53% de los fondos era manejado por sólo 3 administradoras: Provida,
Habitat, Cuprum. En diciembre del 2005 sólo 2 AFP manejaba el 54,41%
de los fondos, los que ascienden a US $74.756 millones. Otra tendencia
es el aumento de inversión de capitales en el extranjero por parte
de las AFP que va del 27,24% en el año 2004 a 28% el siguiente
año y la lucha por aumentar estos porcentajes cuyo tope máximo
permitido era de 30%.
Los grupos económicos que manejan las principales
AFP son los que se muestran en la tabla.
Propuestas y reforma al sistema de Pensiones
Ante la gravedad de la situación la Concertación
llamó a la conformación de una comisión que tendrá
por misión entregar una propuesta de solución a la actual
debacle (para los trabajadores asalariados) del sistema de AFP. Esta comisión
estaría presidida por Mario Marcel, Director de presupuestos bajo
el gobierno de Lagos; Martín Costabal, ex Ministro de Hacienda
de Pinochet; Rossana Costa (UDI), del Instituto Libertad y Desarrollo;
Harold Beber del Centro de Estudios Públicos, centro vinculado
al multimillonario de Eleodoro Matte. Uno de los elementos que ya se ha
traslucido es el elevar la edad mínima de jubilación para
el caso de las mujeres a 65 años. La elevación del IVA para
reparar la situación o la formación de un Fondo de Reserva
Previsional. Todas estas soluciones se traducirán en mayores estrecheses
para los trabajadores o que el problema nuevamente recaiga en las espaldas
del pueblo.
Unido a lo anterior se ha formado un Consejo
Ciudadano para una Reforma Provisional Solidaria propuesta promovida
por la CUT cuya composición es la siguiente: Reúne por una
parte parlamentarios como Ominami, G. Girardi, T. Jiménez, U. Zúñiga
rector Usach, presidente del Colegio de Profesores, entre otros. En segundo
lugar, Dirigentes de la CUT y por último Centros de estudios como
CENDA e ICAL. La propuesta en cuestión es la siguiente:
Cambio de la capitalización individual por
un sistema solidario con aporte tripartito (empresario, trabajador, Estado).
Por otra parte, que el Estado tenga su propio organismo previsional y
que los trabajadores tengan participación en la administración
de las AFP. En otras palabras que el Estado asuma un papel más
destacado y que el mercado no siga rigiendo los destinos de los fondos.
En síntesis una propuesta en los marcos de la estrategia electoral
reformista de oportunistas y revisionistas.
En conclusión, por la composición de
la comisión de la señora Bachelet, que va desde ex ministros
de Pinochet, pasando por militantes de la UDI, representantes de la alta
burguesía compradora y funcionarios de los gobierno de la concertación,
queda claro que cualquier solución que alcance dicho grupo irá
sólo en beneficio de los empresarios y no de los trabajadores,
por otra parte, la propuesta de la CUT es una vuelta al antiguo sistema
de previsión existente antes del gobierno militar. En él
no se denuncian las tendencias monopólicas provenientes tanto de
potencias extranjeras (Imperialismo) como de la alta burguesía
que se colude con dichos intereses foráneos para una mejor explotación
de dichos fondos (Trocando todos los frutos de la labor colectiva y social
en individual).
Detrás de cada AFP existe capital o trabajo
acumulado de todos los trabajadores, dicho capital no puede seguir siendo
expropiado vía comisiones, administración y especulación
por parte de la burguesía monopólica y el Imperialismo (yanqui
principalmente). Para cambiar el carácter de dichas instituciones
no basta la formación de comisiones, menos aún si se pretende
enfrentar el carácter monopólico y parasitario de las clases
que actualmente dominan los rumbos del sistema de AFP, sino debe haber
una movilización permanente por parte de todos los trabajadores
para cambiar la institucionalidad, para así transitar de su actual
carácter privado a uno público. Sólo de esta manera,
se logrará cambiar el régimen de propiedad que sostiene
este sistema.-
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